
Como si hubiera perdido la manera de comunicarse con las muchachas.
Con la impresión de que el mundo no giraba de la mima manera que antaño.
Que los gestos y las señales se habían quedado en el tiempo.
Como si solo pudiera vivir de recuerdos.
Así había quedado.
Contemplando extrañado los movimientos ajenos.
Parado, pensando que a lo mejor se había equivocado,
los códigos hubieran cambiado.
Intentando descifrar las sonrisas y las oraciones.
Todo aemejaba un profundo sueño interminable.
Así había quedado, solo, desarraigado.
Decidio tirarse en la cama con los ojos bien abiertos esperando despertar.
1 comentario:
Para entender, lo primero es querer entender...
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