Pensaban que sus versos cambiarían el
mundo,
Realmente lo pensaban y por eso hicieron
esa revista.
Versos de superhéroes enamorados y gafas
celestes,
versos de cabezas que ruedan por paramos y
se ahogan en mar del plata,
versos amalgamados en la inocencia,
versos mejores que versos,
versos rebeldes y sin compostura,
versos que se mofan de los demás versos,
versos que soñaban con un pleno en la
ruleta,
versos que incursionaron en el mundo antes
que los profesores de versos,
versos impares, asonantes, sucios y
desprolijos,
versos en riff.
Versos sobre muchachas de ojos café,
versos inspirados entre saltos en el medio
de la calle,
versos que se iban a un séptimo partido
versos que perdían finales pero creaban
mística
versos duros, inmutables pero candidos,
versos que no son verso.
Versos peronistas.
Versos que volaban cabezas
y versos que odiaban el azul, los
cuadernos azules.
Versos que ellos pensaban cambiarían el
mundo.
Realmente lo pensaban, aun sin decirlo y
es por eso que hicieron esa revista;
llena de versos.
Versos sobre asesinos seriales,
versos que te obligan a viajar por
siempre,
versos débiles,
versos sin solución… sin cuerpo,
versos antes de saber que son versos,
versos que gritan.
Versos que no corren sino que caminan.
Versos que no se agitan sino que serenos
convencen.
Ellos pensaron que sus versos cambiarían
el mundo
Lo pensaron en silencio, cada uno por
separado; pero fue juntos
y porque realmente lo pensaban;
Fue por ello que hicieron esa revista.
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