26.8.09

Izquierdo mi ojo


A Ayuste

No hay Santos inocentes.

Hay copistas.

En ideas ajenas referencias buscan como luz un ciego,

y no tienen ni el buen tino de pedir permiso al joven Diego

No son Santos sino sumisos.

No caminan, ellos, sobre brasas,

Ni son atravesados por saetas.

Son tan solo plagiarios de lo esteta.

Muchachitos de privada con cero fervor por las ideas y el papel,

Tan solo mercachifles de lata y oropel

No sufren más estigma en sus palmas,

Que la falta de cerebro y la venta de sus almas.

Llamar ladrón al copista es dotarlo de cierta entereza,

Esta manga de de enanos no rankea ni al nivel de la pereza.

No sufren,

No salvan

Ni boca arriba, ni boca abajo

Fueron ni serán crucificados, ni siquiera quedaran mancos

A mi que no me engrupan ¿Son esos Santos?

¿Quién los martiriza?

¿Quién los acosa?

Tienen menos glamour que una aerolínea sin mozas

Cerebros colonizados, manga de sirvientes,

¿No se dan cuenta que son solo replicantes de invidentes?

De todos sus pecados no es el hurto ni por lejos el más curto,

Sino su ostensible falta de respeto,

¿Te costaba mucho flor de lerdo

Pedirle permiso al dueño del ojo izquierdo?


2 comentarios:

pia dijo...

esta excelentemente plasmada la impotencia de poder hacer algo por esta manga de giles

Anónimo dijo...

Lo confieso: me hiciste emocionar. No sólo por descubrir con perspicacia la tipología de esta gentuza, sino también por gastar tu tiempo y tu poesía en lo que me hicieron.
Te agradezco y te mando un gran abrazo.
P.D.: "por esta manga de giles"; eso es un cierre, y también es poesía.
Gracias.

Diego.