Se murió Paul Newman y con él se fue la noche en que vi The Left-Handed Gun en un pequeño 14 pulgadas blanco y negro en la casa de Nabas o el día que me desayune con el El juez de la horca en Bolivia 12 y que propicio que hasta hoy brinde por la señorita Lillie Langtry en donde quiera que tome un trago. Se murió Paul y con el se van los 50 huevos de COOL HAND LUKE y ese lavado de auto que me costo llevarme matemáticas a Marzo, se llevo a la tumba la melodia que repica en mi cabeza cada vez que voy en bicicleta en un día de sol y que me sigue desde Butch Cassidy and the Sundance Kid, se fueron con él las ganas de ser Bombero y trepar colosos en llamas o la idea de ser un maldito timador de los años 20, se llevo los mejores golpes de bola 9 que ha visto este pobre buscavidas a este lado del missisipi, desaparecieron los distritos apaches y los exodos.. se fue mucho con su partida y no creo que nadie lo pueda suplantar ni aun en el hockey sobre hielo.
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