Hay momentos que son perfectos, segundos no mas. Momentos que uno no puede compartir por mas que lo intente porque esa perfección es efímera y muy personal y si uno trata de advertir al otro de que el momento es ese, ahora; es muy posible (si no seguro) que el momento perfecto le pase a uno de largo y se esfume. A lo largo de los años e aprendido a degustar esos instantes como se paladea un buen vino, un beso profundo o la caricia de un hijo. Este ocurrió en Unquillo no hace mucho tiempo atras (10 días quizás) rodeado de amigos que ademas tienen la virtud de ser familia (coincidencia que no siempre se da), con una cerveza en la mano, en una silla de madera; el Rally cantaba "...tus ojos de cuarto menguante..." y cuando alce la vista (trago mediante) el cielo se abrio y la luna menguante ilumino la noche.
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4 comentarios:
No se a los demas, pero esto a mi me emociono. Yo me siento con mucha suerte que lo que me toco (hermanos y cuñados) es mejor que si lo hubiera elegido.
siiii!!!la verdad que si, marcos muy lindo!!
ahora pa la prox lleven a las mujeres tambien!!!
hermosa reflexion cuñado! la verdad q fue derecho al alma.. q se repitan esos momentos
Cómo prolongar más esas estadías? Esos momentos?
Me consuela saber que no estamos lejos, como pareciera.-
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