30.1.06

La razon de mi vida

En un principio fueron gorriones que mutaron en buitres,
Tigres que se encorvaron hasta formar hienas.
Y ya bestias descuartizaron su legado.
Tironeando de los restos como una jauría sedienta.
Y de las hienas se desprendieron sanguijuelas,
Por siglos aferradas a las liendres de los chacales,
Esperando pacientes su tiempo.
Reptaron por el lomo hasta los huesos de su imagen
sedientas en busca de su porción.
Y consiguieron, a fuerza de seguir chupando de ella, pararse sobre sus patas traseras.
Coparon las aulas primeros y después los atriles,
Con su vista fija en un sillón y una banda.
Caminaban desgarbados entre los que queríamos ver,
Pero nos, románticos como idiotas,
Nos acostumbramos a su andar.
Poco a poco adoptaron pelajes similares a los nuestros,
Modificaron su postura y se fueron infiltrando.
Los olvidamos y hoy pagamos ese olvido
Añorando la bandada de gorriones del 45.

2 comentarios:

Carol dijo...

Los buitres tambien lloran.

elvis dijo...

si?
dónde?
nc